sábado, 24 de marzo de 2007

Gayatri Reflexión nº 2

El monje dijo: “Mírame”.
Nicolás murmuró: “no puedo hacerlo, hay relámpagos que salen de sus ojos. Su rostro se ha vuelto más radiante que el sol y mis ojos no pueden sostener el dolor.”
El monje respondió: “no temas, tu también te has vuelto ahora tan radiante como yo. Tu mismo te hallas ahora envuelto en la plenitud del Espíritu Divino, de otra manera no podrías percibir en mí, el mismo estado”.